¡Bienvenidos al Club! Por Pablo Aranda.
Desarrollado por Kylotonn Games, editado por la compañía francesa Bigben Interactive y distribuido por BadLand Games nos llega para PS3, Xbox 360, PC y PS4 (versión analizada) Motorcycle Club.
Varias son las desarrolladoras que se han dado cuenta de que no existian videojuegos tipo Forza o Gran Turismo dedicados al mundo de las dos ruedas, y la primera en mover ficha ha sido Kylotonn Games con este título de conducción puramente arcade.
Motorcycle Club incluye 22 motos oficiales de algunas de las más famosas marcas como son Kawasaki, Suzuki, Honda, BMW, Yamaha & KTM. Así que tendremos la oportunidad de pilotar modelos bien desarrollados como la BMW K21, la Honda CB600 Hornet, la Kawasaki Ninja ZX6-R, la KTM 1190 RC8R, la Suzuki Bandit 1250 S, o la Yamaha VMAX.
A continuación os hablaremos un poco de los modos de juego.
Modo Carrera en el que podemos participar en torneos, carrera, contrarreloj y online en cualquiera de sus 20 ficticios circuitos.
También cuenta dentro del modo Gestión del club con Carreras patrocinadas, en el que el objetivo es superar un crono máximo por vuelta con un modelo en particular de motocicleta y en un circuito, lo que nos pondrá como disponible esta máquina para comprar en la tienda.
Por otro lado contará luego con objetivos que nos darán recompensas, como son superar una velocidad máxima o hacer un caballito durante una distancia.
Para terminar y antes de bajar al asfalto contaros que contará con opciones para personalizar nuestro club como son definir los colores del mono, el logo o el casco.
Una vez bajamos a la pista vemos un curioso concepto, que al menos a nivel de diseño a nosotros nos ha agradado y este es “El Club”. Aunque “El Club” es de un solo miembro, nosotros, cuenta con tres motocicletas de diferentes tipos una Roadster, una Custom y una Superbike. Dentro de las posibilidades del club contaremos con una moto de cada tipología, siendo la Superbike la más rápida y menos manejable y las Customs las más lentas y más manejables.
En cada carrera y en cualquier momento de la misma simplemente pulsando un botón podremos cambiar entre los tres tipos de motocicleta, se ve reflejado como si el piloto que manejamos ofreciera un relevo al que vamos a manejar. Esta opción dota al juego de un poco de estrategia ya que debemos decidir, no solo que circuito se acopla mejor a cada tipo de motocicleta, si no que parte de circuito se acopla mejor.
Una vez introducido los modos y los conceptos básicos del juego vamos a apoyarnos en nuestros apartados jugables y técnicos para ver que da de sí este título.
Jugabilidad.
Si bien el concepto explicado anteriormente de “El Club” en la teoría suena bien cuando lo trasladamos a la pista no es más que un mínimo rayo de luz en este título. La conducción es puramente arcade. Y esto es porque tan sólo nos limitaremos a acelerar, frenar, dar al turbo, girar y hacer caballitos.
No sólo se nos premiará por llegar el primero a la meta sino que también se nos premiara por una conducción más espectacular, haciendo caballitos o dando saltos por ejemplo.
El manejo de la motocicleta es muy duro quizás porque las animaciones no acompañan o quizás porque no es fácil coger el toque para el giro ya que pasa de girar poco a girar todo. La conducción es regular y en pista quizás puede salvarse gracias a poder cambiar en cualquier momento de tipo de motocicleta o por los diferentes saltos y cabriolas a realizar.
Sobre la IA de los rivales podemos decir que sin ser pésima tampoco será un reto y si no somos muy malos pilotando nos escaparemos con facilidad e iremos comandando la carrera en solitario.
Indicaros que el juego no tiene opción de pantalla partida y que aunque hemos intentado jugar online nos ha resultado imposible encontrar partidas abiertas.
Resumiendo un juego con una jugabilidad baja aunque con alguna cosilla que hace que tenga momentos en que resulta más entretenido.
Audio.
El juego tiene textos en castellano pero no se oye ninguna voz. La música resulta correcta sin ser molesta en ningún momento, pero tampoco esperéis que se os muevan los pies a su ritmo.
Pasamos al sonido de las máquinas. Sí, tienen sonidos diferentes dependiendo de la moto que manejemos, pero la verdad es que nos han parecido de bajo nivel. Lo peor de todo es que por el diseño de los circuitos muchas veces iremos a tope y nos pasaremos lo que dure la carrera con un molesto zumbido que hace que al terminar la carrera nuestros oídos agradezcan la paz del silencio.
Resumiendo música correcta y sonidos de las máquinas, aunque personalizados, muy repetitivos.
Gráficos.
Quizás el apartado más correcto del juego. En particular el diseño de las motocicletas que son fácilmente reconocibles. Los circuitos, sin ser un exponente del género, están bien realizados.
Otro tema son las animaciones, la verdad es que resultan duras no son para nada fluidas lo que resta realismo al conjunto. También la sensación de velocidad no acompaña y se hace muy notable en las curvas donde el juego parece como si se desencajara.
Resumiendo quitando las motocicletas, que gráficamente están bien conseguidas el juego está por debajo de lo que deberíamos exigir en un juego de esta nueva generación.
Conclusión.
En el papel la idea del Club y contar con modelos originales de motos podría haber dado más de sí. El problema es que el resto no acompaña, una IA muy sencilla, efectos sonoros repetitivos, animaciones muy irregulares, poca sensación de velocidad y la imposibilidad de jugar a pantalla partida o de encontrar partidas online para jugar contra otros rivales.
Un juego sólo aconsejable para incondicionales del género que no tengan ya cubiertas sus necesidades con otras opciones del catálogo actual.
Pros.
Motocicletas bien recreadas.
Concepto de “El Club”.
Contras.
IA sencilla.
Efectos sonoros muy repetitivos.
Animaciones irregulares.
Imposible encontrar partidas online.
No tiene modo pantalla partida.
Nota.
