«Hardhome» (Casa Austera)
Veníamos de las dos temporadas que adaptaban la novela más bestia y con más acción y cadáveres de la saga y para los no lectores, la que nos ocupa quizá resultara algo decepcionante en comparación. Esto hemos ido repitiendo como un mantra review trás review y… zasca!!
¿Arya Stark subiendo de curso en su extrañísimo adiestramiento como servidora del Dios de los Mil Rostros? Vale. ¿Sansa Stark descubriendo que sus hermanos pequeños pueden seguir con vida? Impactante que un miembro de la familia Stark reciba una buena noticia e importante para la trama norteña. ¿Cersei Lannister torturada y humillada, intentando aferrarse a lo poco que le queda de su orgullo de leona herida? Magnífico. No me cansaré de repetir que la interpretación de Lena Heady es uno de los puntos más fuertes de esta temporada y de toda la serie.
Y sobre todo… ¿El diálogo de Tyrion Lannister y Daenerys Targaryen? Sublime. Lo referido a Lena Heady es completamente extrapolable al trabajo de Peter Dinklage. Un personaje majestuoso en manos de un actor descomunal. El pequeño Lannister es el pilar fundamental de la serie y se merienda dialécticamente a la Khaleesi, a pesar de que el guión la reserva la mejor frase para zanjar la conversación: «No voy a detener la rueda. Voy a destrozar la rueda».
Pues la que podría catalogarse por esperada y fantásticamente resuelta como «La Escena» del episodio resulta ser un simple aperitivo, un telonero de lujo previo a la llegada del rock n’ roll.
Bienvenidos a Casa Austera, lo más parecido a una ciudad dentro del territorio del pueblo libre, donde desembarcamos en compañía de Jon Nieve, Tormund Matagigantes y Ed «El Penas» para lo que creíamos que sería una escena más de negociación y diálogo de las que componen la estructura principal de esta quinta temporada, y en la que acabamos literamente dentro de uno de los espectáculos de acción más impresionantes de los últimos tiempos en televisión.
El tan anunciado invierno por fin ha llegado, trayendo consigo una avalancha de destrucción comandada por generales muertos a lomos de caballos muertos. Los Caminantes Blancos hacen acto de presencia en Casa Austera en una escena de acción primorosamente filmada. Un auténtico festival de adrenalina que deja un sinfín de imágenes para el recuerdo, cuya antesala es una puerta cerrada en la más pura tradición del género zombie. Un poquito de «28 Días Después» mezclado con detallitos prestados de «Guerra Mundial Z» para el diseño de una agotadora batalla en la que cada aliado caído pasa en cuestión de segundos a engrosar las filas del ejército enémigo.
Otra fantástica porción de la partitura de Ramin Djawadi y un espectacular trabajo de fotografía que otorga una estética muy particular al territorio más allá del Muro, acompañan a esta ensalada de flechas, espadas, hachas y efectos digitales del más alto nivel que nos permite deleitarnos, entre muchas, con la poderosísima imagen de un gigante sacudiéndose caminantes de encima y pisoteándolos en su agónica huida hacia el agua, o la del numeroso grupo que se despeña colina abajo para recomponerse segundos después y continuar su ataque. Solo dos momentos de calma, la inquietante visión de los cadavéricos niños y el final… ese final. Un cruce de miradas desafiante que parece ralentizar el tiempo y la cámara se aleja para mostrar una panorámica tan majestuosa como desoladora.
Todos pensando que la serie sería fiel a su tradición dejando toda la artillería pesada para el noveno episodio y «Juego de Tronos» vuelve a sorprender dando un golpe en la mesa con un episodio magistral que recuperará para la causa a los espectadores más escépticos por medio de este inesperado clímax anticipado. Y encima eso no es todo. La danza de dragones está a punto de comenzar.
Puedes seguir la quinta temporada de “Juego de Tronos” en Canal + Series.
