«La visión de una ciudad gobernada por la corrupción» por Elisa Macías.
Conocida como «La French» (The Connection) en su versión original, Conexión Marsella es el nuevo drama de cine negro de Cédric Jimenez, director de películas francesas como «Aux yeux de tous», aunque no sea muy conocido en España. Basada en una historia real ambientada en la ciudad de Marsella de los años setenta, trata de la cruzada contra el tráfico de drogas que el juez Pierre Michel llevó a cabo contra la banda mafiosa de Gaëtan Zampa, el poderoso padrino de Marsella. Un argumento que a muchos les dejará indiferentes, pues es algo que ya hemos visto en más de una ocasión, pero que sin embargo ha conseguido que adquiera otro tono gracias al equipo de realización y los actores de esta película.
«Conexión Marsella» es una de esas obras cinematográficas cuya estructura se nota que está cuidada y muy bien realizada. La película dura más de dos horas pero no se hace aburrida, hay elementos del cine de mafiosos como alguna persecución y ajuste de cuentas pero no las hacen ni exageradas ni extremas. El guión no nos ofrece nada nuevo, pero Jean Dujardin y Gilles Lellouche (Pierre Michel y Gaëtan Zampa respectivamente) son dos tiburones de la interpretación que devoran la escena en la que salgan. Y cuando salen los dos en la misma, la química es asombrosa. El bueno y el malo, y ambos consiguen transmitirte esa empatía que te hace conectar con los personajes incluso cuando piensas que no deberías hacerlo.
La banda sonora encaja casi a la perfección, tanto por el momento escogido del clímax como la música del estilo de los setenta. La única pega a esto es que a veces se pierde el carácter narrativo de la escena y acaba luciendo más como un video musical, y esto se repite varias veces. No es desagradable y se puede pasar por alto, pero está ahí. La fotografía e iluminación nos lleva a ver unos paisajes urbanísticos de la ciudad muy logrados, no necesitan poner cien referencias sobre la época en la que está ambientada porque te lo crees, y también se agradece que no llamen tanto la atención con ese hecho y que sea algo más bien sutil. Los planos de la costa de Marsella y de los alrededores son preciosos, como también el plano general de la discoteca, aunque precisamente esta escena parecía un poco anti-climática. Hay momentos en los que puedes ver cómo son extras, no es creíble. Además, es difícil de no verlo, ya que el actor principal cruza el centro del plano y está rodeado de personas que bailan de forma mecánica y no hablan entre sí, casi ni se miran. A estas alturas, podrían haber prescindido de ese travelling.
En definitiva, Conexión Marsella es una película que se puede disfrutar con facilidad. Contiene elementos del cine negro con tesitura francesa que puede apreciar audiencias de todos los géneros, ya que es más global, aunque no sea una historia muy original. Puede que seas reacio a los formatos de película de más de dos horas, pero merece la pena darle una oportunidad. Tiene toques de humor para que no se haga tan densa, en su mayoría dados por comentarios sarcásticos del personaje de Michel o por Da Costa, y son acertados y sin salirse del tono de la película. Buen ejemplo de que el cine europeo puede hacer una gran labor sin necesidad de que sus producciones sean un blockbuster y captando la esencia del cine negro sin caer en el tópico comercial. Un filme de ilegalidad e legalidad jugando al ratón y al gato que no te puedes perder.
«Conexión Marsella» se estrena en España el próximo 20 de Noviembre.
@reyesdelmando Los Reyes del Mando
@BalladOfSpike Elisa Macías
Un comentario en “Crítica: «Conexión Marsella»”