Crítica: «Kong: La isla calavera»

Tres años después de que el rey de los Kaiju sembrase el terror en todo el mundo, llega a las salas de cine Kong: La isla calavera, película englobada dentro del mismo universo de mostruos que el Godzilla de Gareth Edwards, y que sienta las bases de todo lo que vendrá a continuación si la cosa funciona.

La película nos situá a finales de los 70, unos años después de la fiscalización de la guerra de Vietnam. Un grupo de científicos capitaneados por Bell Randa (John Goodman), descubren una isla misteriosa en medio del pacifico aún sin explorar. Con la ayuda del teniente coronel Packard (Samuel L. Jackson), el capitán James Conrad (Tom Hiddleston), la fotógrafa Mason Weaver (Brie Larson) y un grupo de soldados altamente cualificados, deciden ponerse rumbo a dicha isla para investigar los misterios que en ella se ocultan. Lo que encontraran allí, será mucho más aterrador que cualquier guerra en la que hayan luchado.

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Lo primero que tendremos en cuenta al analizar esta película de Jordan Vogt-Roberts, es que no nos encontramos ante una obra de culto con interpretaciones memorables ni nada por el estilo. Kong: La isla calavera es un blockbuster puro y duro, pero ejecutado de una forma muy inteligente. Todo en esta aventura funciona, su ritmo narrativo, sus escenas de acción muy bien planteadas y sobre todo sus efectos especiales, todo un trabajazo por parte de la antigua compañía de George Lucas, Light & Magic.

Y ya que hablamos de sus excelentes efectos especiales, hágamoslo también de su autentico y verdadero protagonista. El rey de los monos se siente poderoso, fiero, ágil y sobre todo inmenso. Los más puristas del personaje podrán echarle en cara su desmesurado tamaño, ya que en sus versiones anteriores, Kong no superaba los 8 o 9 metros de altura. Pero teniendo en cuenta posibles nuevas entregas, y las intenciones de la productora de cara al futuro, era un cambio más que necesario. Y en cuanto a la parte negativa, hemos de decir que el Kong de Peter Jackson interpretado por Andy Serkis nos resultó mucho más interesante y cautivador.

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Con respecto al reparto, todos cumplen a la perfección con su cometido sin despuntar lo más mínimo. Tal vez Samuel L. Jackson pueda ser el que tenga más relevancia por su papel de figura autoritaria y desquiciada. Y en cuanto a Tom Hiddleston, no vemos rastro alguno de Loki en su personaje, y eso es de agradecer.

Pasando a su banda sonora, hemos de recocer que a pesar de que Henry Jackman realiza un buen trabajo creando melodías bastante potentes, arriesga más bien poco, haciendo que su música no sobresalga mucho más allá del mero acompañamiento.

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En definitiva, Kong: La isla calavera es una película de aventuras muy entretenida, que a pesar de desmarcarse por completo de la obra original en la que se basa, tiene más puntos en común con ella de lo que podáis imaginar. Pero tendréis que ser vosotros los que lo descubráis, ya que si somos nosotros quiénes os dijéramos cuales son, mereceríamos ser devorados sin miramiento alguno por cualquiera de los terroríficos monstruos que habitan en Isla calavera.

@ReyesdelMando Los Reyes del Mando
@kikebernal84 Quique Bernal

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