Análisis: Word to the West

La gran travesía del Oeste. Por Rafa Suárez Muriel

Rain Games vuelve a la carga después del all stars de los indie games con Teslagrad, y no se queda con el llamado “one-hit wonder” los nórdicos vuelven con World to the West, que no es una secuela, según sus desarrolladores, ya que cuenta con un estilo distinto, pese a mantener el mismo universo. Word to the West es una historia basada en cuatro personajes: Lumina, bajada en poderes eléctricos, Knaus un huérfano minero, Miss Teri, con capacidad de controlar a las bestias y Lord Clonington un forzudo y adorable bigotón. Todos tienen sus habilidades diferenciadas, Lumina tiene teletransporte, Knaus puede cavar agujeros y trasportarse por ellos, Teri controla a las bestias para su bien y Clonington destroza todo lo que encuentra a su paso.

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Estas historias como es de esperar se entrecruzan entre si en diferentes puntos. Y una cosa bastante interesante es que tratándose de una aventura independiente a Teslagrad puedes encontrar personajes y guiños a la anterior entrega que hace que los fans de la anterior sientan esa nostalgia de haber jugado el anterior juego.

Si bien Teslagrad no había diálogos ningunos y estaba optando por una narrativa visual, esta nueva historia se basa en bocadillos de diálogos que nos contaran esa historia basada en una antigua profecía. A lo largo de la aventura nos iremos encontrando con unos tótems con mensajes. Quizás hubiera estado mejor que el personaje descubriera la historia mediante su exploración como el juego anterior pero no deja de sorprender su profunda historia. Encontramos algunos errores mínimos de localización pero no estropean la jugabilidad.

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Jugabilidad

Estamos en un juego a medio camino entre mundo abierto y juego de mazmorras en el que puedes tener cierta libertad de navegación  en el que no sabes muy bien si estas cerca de terminar una fase y saltaremos a controlar a otro de los personajes de forma automática.

Lo que si comparte con el juego anterior es que hay muchos puzles y al igual que Teslagrad no serán pocos los obstáculos que encontraremos en el camino, que puede ser sencilla su resolución o verdaderos quebraderos de cabeza lo cual hace que sea mucho más divertido, en el que nos hartaremos de dar vueltas por el escenario buscando la clave de esa encrucijada. Se basa mucho en mecánicas de metroidvania. Puede que no podamos pasar ahora mismo por ese camino pero seguramente más adelante podamos.

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Esta forma de exploración no termina de estar pulida, ya que a veces el escenario parece estar diseñado de tal forma que te pierdas en el desarrollo del nivel, sin ayudarte a resolverlo de manera indirecta. Podían haber metido un método de teletrasportación por tótems lo cual no hay entonces perdemos mucho tiempo en cambiar de personaje y recorrer todo el camino hasta el lugar lo que puede ocasionar una fatiga del jugador y que se canse de andar, digitalmente hablando claro.

El combate, no tenemos los personajes más “ninjas” del mundo por lo que enfrentarse a un enemigo saca un elemento táctico de lo más interesante, dependiendo siempre del personaje que manejamos, ya que el sistema de combate es torpe, lo cual a nosotros no nos molesta que es un aliciente a combatir así, al ahora de acabar con ese enemigo nos da como una sensación de recompensa personal al derrotar al enemigo que tenemos delante.

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El sistema de guardado, hay que pulirlo, los puntos de control no abundan y no debería ser un problema, siempre y cuando que no te guste que si te matan vuelvas al inicio del escenario y tengas que repetir tus movimientos, pero encontramos fallos con el clipping, lo cual no es agradable tener que repetir fases por errores de desarrollo y bugs.

Gráficos

Uno de los cambios más sonado es el salto a 3D, después de un estilo 2D implica que los personajes han de cambiar su manejo ahora no hay desplazamiento lateral sino un movimiento  libre desde vista cenital en la mayor parte del desarrollo de la historia.

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El diseño de escenario es brutal, ya que cumple su función de quitar leña a la hora de tener que repetir la exploración de tanto escenario, y logra que hace que disfrutes del camino. La magnifica dirección artística de Teslagrad ha hecho un trabajo genial, haciendo unos modelados poligonales y con ausencia de texturas que lo arregla con una estética cartoon la mar de encantadora.

Sonido

Se ve un gran mimo en la elección de temas de la banda sonora, en la que encontramos un abanico de composiciones más que adecuadas para los escenarios, para los personajes y para sus diversas situaciones, pasando por esa tensión de las batallas o acompañándote en el camino de la exploración.

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Conclusión

Esos rompecabezas, las peleas con los bosses, o el combate así, teniendo en cuenta su  torpe sistema de combate, destaca de por sí. Sin olvidar su apartado artístico que es uno de los puntos fuertes de World to the West. Teslagrad está ahí lo cual hace que, si bien las comparaciones son odiosas, se tenga demasiado en mente, basando su historia en diálogos poco profundos. Es un juego muy gratificante, sobre todo en la diferencia de los personajes, no defrauda.

Pros

 Los personajes tan característicos.
Si estilo visual y sonido.
Esos tediosos puzles.

Contras

La historia un poco vaga.
Sistema torpe de combate.

Nota

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@ReyesDelMando Los Reyes Del Mando

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