Review: «The Leftovers» – Temporada 3 – Episodio 6

«Certified» (Certificado)

«The Newsroom», «House of Cards», «Homeland», «The Affair» o «Por Trece Razones» son algunas de las series que han contado con el prestigioso realizador Carl Franklin, cuya carrera ha encontrado en la televisión un terreno ideal para seguir dando muestras de su enorme experiencia durante los últimos años.

Como ocurría la pasada semana, «The Leftovers» continúa desarrollando una planificada coherencia y simetría respecto a la temporada anterior, encomendando la misión de dirigir los episodios que giran en torno a un personaje específico a los mismos realizadores que prestaron anteriormente su visión para relatar su evolución.

Franklin dirigió «Off Ramp», el episodio de la segunda temporada dedicado a la figura de Laurie, y regresa en la temporada final para cerrar el círculo en torno a otro de los personajes centrales y, de paso, dejar todas las piezas colocadas como antesala al desenlace de la serie.

Si la pasada semana hablábamos del final del viaje personal del reverendo Matt Jamison, «Certified» es ante todo la soberbia conclusión de otra de las travesías emocionales y personales sobre la que se edifican los sólidos cimientos de esta serie única en su especie. A pesar de su vocación de historia coral, «The Leftovers» siempre ha sido un retrato post-traumático del mundo a través de un estudio de personajes centrado de manera especial en las figuras de Kevin, Matt, Nora y Laurie. Una estrategia narrativa en la que los trabajados guiones unidos al impresionante trabajo actoral han ido fabricando el auténtico alma de la historia, alcanzando los máximos niveles de intensidad dramática y emocional de manera especialmente desgarradora por medio de sus personajes femeninos.

Con sus diferencias, Nora y Laurie son dos personajes extremos, absolutamente rotos por dentro, pero en el caso de Laurie entra en juego un nuevo factor importante y desconocido hasta el momento: el impulso suicida.

Hechos tan súmamente traumáticos capaces de convulsionar a toda la sociedad mundial como la Marcha Repentina generan un buen número de consecuencias que la serie se ha encargado de ir mostrando desde sus inicios. Fruto de la histeria colectiva y el mismo pánico ante un hecho tan inexplicable, la consecuente ola de suicidios ha sido un tema recurrente pero tangencial dentro de la trama, nunca asociado de manera clara y directa a ninguno de los protagonistas, aunque alguno haya coquetado con la idea en momentos puntuales como vía para acabar con su dolor.

La revelación más sorprendente se despliega ante nosotros mediante el uso de unos mecanismos narrativos específicamente asociados al personaje en cuestión. Analizando los episodios dedicados a Laurie, no solo la visión personal de Franklin a la hora de traducir a imágenes su historia marcan una diferencia con el resto, también la estructura de la propia narración y el uso del montaje.

Tanto «Off Ramp» como «Certified» juegan con las lineas temporales desordenándolas de una manera hábil e interesante. Mientras el resto de episodios monográficos se relatan de un modo lineal como los de Matt o Kevin Sr., se ha convertido en habitual mostrar a Laurie y los detalles que la rodean para posteriormente ir desvelando poco a poco los hechos que la han llevado a esa situación en beneficio de la intriga. El otro instrumento narrativo, que tan fundamental fue para Lindelof en «Perdidos», aparece aquí prácticamente monopolizado por Laurie y es el uso del flashback.

La secuencia que abre el episodio de manera previa a los créditos no es solo la más importante del episodio si no que cambia por completo la percepción que teníamos hasta el momento de la terapeuta, otorgando un maravilloso cierre al personaje basándose en el descubrimiento del auténtico origen de su viaje. La pasada semana comentaba que si Matt era la máxima representación de la fe, Laurie simbolizaba todo lo contrario como máxima representante de la razón y hoy queda totalmente refrendado.

El mundo de Laurie se viene abajo en el mismo momento en que no encuentra una explicación a lo ocurrido. Podría parecer exagerada su reacción si lo comparamos con la experiencia brutal y devastadora sufrida por Nora. Laurie no perdió a nadie de sus seres queridos el día de la Marcha, también descubrimos que la desaparición del bebé que crecía en su interior fue casi más un alivio que otra cosa, más una salida limpia a un problema añadido dentro de un nucleo familiar en proceso de destrucción que una pérdida realmente dolorosa. ¿Por qué entonces esa exagerada reacción que la lleva al intento de suicidio y al posterior ingreso en una secta? La respuesta es tan impactante como sencilla y rotunda: El día de la Marcha Repentina fue el día de la muerte de la razón. La muerte de todo lo que representa Laurie como ser humano.

El viaje de Laurie es uno de los más complejos e intensos de los relatados a lo largo de la serie. Su crisis comienza cuando en el ejercicio de su profesión se ve incapaz de indicar los pasos que debe seguir su paciente, un callejón mental cuya única salida es un mortal cóctel de narcóticos hasta que un fugaz pensamiento cruza su mente y la hace cambiar de opinión. El episodio deja a nuestra interpretación el motivo por el que Laurie decide in extremis continuar con su vida. Probablemente es consciente del egoismo de su propia elección y cobra peso la figura de sus hijos Jill y Tom para elegir un camino menos doloroso y definitivo para ellos ingresando en los Culpables Remanentes.

El resto de los acontecimientos vividos a través de su trayectoria vital convierten al personaje en alguien único dentro de la serie ya que es la única que ha tocado fondo para posteriormente resurgir y «curarse». Los disturbios y el incendio en el que su hija está a punto de morir es el punto de inflexión en su vida. Un renacimiento que continúa con la escritura de su libro y su campaña para acabar con los Culpables Remanentes, seguida de su actual labor «estafando» a los creyentes junto a John y ayudándoles a obtener paz y continuar con sus vidas. Laurie es la única que realmente ha pasado página de todo el elenco de personales principales y, paradójicamente, es lo que le ha llevado a su amargo final.

«Certified» nos convierte en testigos de manera magistral de como el mundo que Laurie ha tratado de reconstruir con tanto empeño se viene abajo de nuevo ladrillo a ladrillo. Progresivamente va comprobando en cada interacción como la locura ha invadido las mentes de cada uno de sus seres queridos desde John, el hombre razonable con el que ha decidido compartir su vida a su creyente nuevo hijastro, pasando por su ex-suegro, nuevas amistades como Grace o la propia Nora, que en su desesperación a puesto definitivamente todas sus esperanzas en la máquina que presuntamente la llevará junto a su familia. En un último esfuerzo por reconducir al grupo al sendero del sentido común, Laurie actúa como particular Judas dentro del estrambótica última cena previa al apocalipsis drogando a los comensales para ganar tiempo aferrándose a la idea de que puede convencer a Kevin para evitar el ritual de la mañana siguiente. Es el último movimiento a la desesperada dentro de la gigantesca sesión de terapia para el mundo en la que Laurie ha convertido su vida actual.

El episodio cuenta con nada menos que tres clímax realmente maravillosos e intensos a nivel emocional. Dos diálogos que ponen los pelos como escarpias, el primero entre Laurie y Nora en el que tanto Carrie Coon como Amy Brenneman vuelven a dar una lección magistral de actuación a la hora de expresar el dolor más profundo (¡Que manera de transmitir sensaciones mediante el llanto!) y el segundo con Kevin, cuyo punto culminante llega de una manera mucho más sutil pero igualmente melancólica y dolorosa.

Es en el preciso momento en el que comprueba como su ex-marido se ha rendido por completo a su locura cuando Laurie toma conciencia de que no puede colocar a toda una sociedad en el diván y mucho menos curarla. Su cruzada personal ha fracasado de la manera más estrepitosa, lo que la empuja a caer en el más profundo pozo de soledad que ha experimentado jamás. Al instante, el encendedor de incalculable valor sentimental cuya recuperación le cuesta un ojo morado deja de tener importancia y ni siquiera la oportuna llamada de sus hijos impide esta vez que la terapeuta abandone por decisión propia y de manera definitiva un mundo en el que sabe que jamás volverá a encajar.

En la mañana del séptimo aniversario de la Marcha Repentina, «The Leftovers» vuelve a conseguir que se nos encoja el alma mediante la visión del mar y el silencio absoluto durante los créditos, en una de las escenas de despedida más bellamente sobrecogedoras que recordaremos.

Detalles del episodio:

• La paciente de Laurie que aparece en el flashback es la mujer cuyo bebé desaparece de la sillita del coche en la escena inicial del episodio piloto de la serie.
• Mientras Laurie organiza su suicidio, suena de fondo la versión del tema de Metallica «Wherever I May Roam» interpretada por Apocalyptica. No es la primera vez que el grupo aparece en la serie ya que su versión de «Nothing Else Matters» (también de Metallica) sonó durante la temporada anterior.
• El tema musical que suena esta semana acompañando la secuencia inicial de créditos es «1-800 Suicide» del grupo de rap Gravediggaz, una alusión clara y evidente al tema sobre el que gira el episodio.
• La dirección de la casa de Grace es el número 5 de Pigeon Run Road, quizá como referencia a las palomas que anunciaban la fecha de la Partida en el flashback de inicio de temporada o con las que trabaja Nora en el futuro.
• La referencia bíblica habitual de cada episodio es la más clara y evidente de toda la temporada: La Última Cena y el papel que desempeña cada uno de los comensales.
• Probablemente Kevin Sr. y Grace han tenido tiempo de sobra para deshacerse del cadaver del jefe de policía en algún lugar alejado de la casa pero eso hubiese evitado la divertida escena cómica en segundo plano con la pala.
• El gran cambio de Matt en el episodio anterior queda refrendado con su decisión de desentenderse de todo lo que ocurra al día siguiente en casa de Grace, dándole los restos de «El Libro de Kevin» a Laurie y enfocando sus esfuerzos en apoyar y acompañar a su hermana.
• El próximo episodio se titula «The Most Powerful Man in the World (and his Identical Twin Brother)» y está dirigido por Craig Zobel, responsable de «International Assassin». Si la serie continua de manera coherente en su estructura, la próxima semana tendremos emociones fuertes con Kevin regresando al onírico mundo de los muertos.

«The Leftovers» Temporada Final puede seguirse en España a través de HBO España y Movistar Series.