Crítica: «Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar»

«Sin viento en las velas»

Disney le debe mucho a «Piratas del Caribe». Muchísimo. Además de revitalizar el género al que pertenece, el film de 2003 acertó plenamente en la diana con una mezcla tan fresca, atractiva y equilibrada de elementos que posteriormente resultaría decisiva y acabaría marcando el rumbo de una nueva época dorada para el estudio.

Espectáculo, acción, aventura, fantasía, efectos especiales, romance y mucho humor, todo ello combinado de una forma milimétrica y coronado con un elemento realmente diferenciador: La dinámica entre unos personajes realmente inolvidables.

Incluso las nuevas franquicias de la compañía como Marvel o Star Wars se han visto influenciadas, llevando la fórmula hasta unas cotas muy altas de calidad y dando como resultado mareantes cifras de recaudación en taquilla y una sensación de generalizada satisfacción entre crítica y público. Hemos hablado infinidad de veces analizando la «fórmula Disney» y su fascinante capacidad para no agotar gracias a ese ingrediente mágico que nos devuelve a la niñez en cuanto las luces se apagan, pero desgraciadamente en lo que respecta a las travesías de sus piratas cada vez queda menos magia y lo que llamamos fórmula pasa a ser una mera repetición.

Puede que todas las posibilidades fuesen explotadas hasta las últimas consecuencias en la trilogía original, que la sobreexplotación de Sparrow haya borrado casi por completo el brutal factor sorpresa que supuso la irrupción de un personaje rompedor e irrepetible o que simplemente a la historia no le quede nada más que contar, pero da la sensación de que las opciones de revitalización de la saga son cada vez más escasas.

«La Venganza de Salazar» intenta un cambio de timón respecto a «En Mareas Misteriosas», intentando regresar a los orígenes y olvidándose del riesgo de explorar nuevos terrenos que si asumió su predecesora con no muy buen resultado. Por medio de la inclusión de los clones de Orlando Bloom y Keira Knightley interpretados por Brenton Thwaites y Kaya Scodelario, se intenta sacar un poco a Sparrow del foco principal y volver a convertirlo en ese elemento caótico e imprevisible que oscilaba de manera permanente entre protagonista absoluto y omnipresente secundario robaescenas pero el experimento no termina de salir. Las nuevas incorporaciones no alcanzan el nivel de carisma suficiente y el tiempo no ha sido benévolo con el legendario capitán Jack.
Johnny Depp parece destinado a repetir en bucle los mismos tics gestuales de siempre y la película no le ayuda especialmente, ya que no le otorga ninguna escena o gag especialmente memorables. A cada nueva entrega, la imagen de Sparrow se va convirtiendo en una fotocopia cada vez más diluida del rol que le supuso al actor una merecidísima nominación al Oscar. Tampoco Javier Bardem, vendido como uno de los elementos más potentes de esta secuela cumple con las expectactivas.

PIRATES OF THE CARIBBEAN: DEAD MEN TELL NO TALES

El gran villano trágico se la saga que se dejaba entrever en los avances acaba brillando por su ausencia y convirtiéndose en un antagonista recurrente y con menos transfondo de lo esperado. Aunque resulta bastante terrorífico, paradójicamente donde más luce su interpretación es previamente a su look fantasmal, durante el flashback en el que Salazar y Sparrow se encuentran por primera vez en la que es sin duda la mejor escena de la película.

Sin el potente sello visual de Verbinski, la dirección de Rønning y Sandberg cumple con el expediente en cuestiones de ritmo, al igual que los exhuberantes efectos digitales y las escenas de acción. Quizá el hacer avanzar la trama únicamente a través de la acción y las persecuciones es lo que ha ido restando a la saga poco a poco dinámica y química entre personajes o que simple y llanamente cinco entregas ya son demasiadas, pero «La Venganza de Salazar» termina siendo una revisión descafeinada de «La Maldición de la Perla Negra», únicamente aderezada por la mencionada escena del flashback, la presencia de Geoffrey Rush (que siempre ha sumado en cada capítulo a pesar de que su momento de gloria en esta entrega llegue a través de un giro de guión metido con calzador) y el convencimiento de tener detrás a una numerosa legión de fans que acabarán pasando por la taquilla.

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Echando la vista atrás, el capitán Jack Sparrow nos brindó su último momento de verdadera gloria enfrentándose al mítico Kraken en una trilogía que ya quedó herida de muerte en su excesivo y agotador tercer acto. Todo lo que ha venido y vendrá después (a tenor de la escena post-créditos) parece condenado a caer en la pura reiteración. La frase promocional del film «Los piratas tienen los días contados» tiene pinta de ser bastante profética.

«Piratas del Caribe: La Venganza de Salazar» se estrena en España el 26 de Mayo.

@reyesdelmando Los Reyes del Mando
@Oscar_DLC Oscar De La Cruz

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