Pesadilla de una calidad estremecedora. Por Jose Luis Mediavilla
Con motivo del lanzamiento de su Edición Completa aprovechamos para revisitar Little Nightmares y contaros que nos ha parecido la historia de la pequeña Six, esta vez con todos los DLC’s.
Bandai Namco y Tarsier Studios han lanzado la edición antes mentada que incluye el Pase de Temporada. Este nos dará acceso a las expansiones “Las profundidades”, disponible desde julio, “El escondite”, que llegará en noviembre y al tercer DLC que está previsto para enero de 2018 y del que todavía no se sabe nada.
Vamos a vivir una pesadilla durante este juego, y en concreto la pesadilla de Six. Niña asustadiza que ha de escapar de una especie de barco donde se ha despertado con todo tipo de elementos disuasorios y acongojantes. Una niña que para poder continuar de manera “normal” y poder controlarla debe de comer cada cierto tiempo, pues sufre auténticos retortijones del hambre que sufre llegado el momento.
El mundo donde nos encontramos no es el nuestro. Six destaca sobre todo con su chubasquero amarillo chillón. En este mundo grotesco nosotros somos muy pequeños si nos comparamos con el escenario que nos rodea. Algo que marcará la jugabilidad. Las Fauces que asi se hace llamar el lugar, esta gran base submarina desoladora donde sus habitantes originales nos persiguen.
Jugabilidad.
Pero el principal enemigo que nos encontramos en Little Nightmares son las babosas que pululan de vez en cuando por las paredes de los escenarios o por los suelos, que nada más sentir nuestra presencia se lanzan a por nosotros como si no hubiese mañana. Es un juego basado en el ensayo y el error, intentos para resolver los puzzles desde puntos de guardado automatizados. Pruebas de cómo resolver los puzzles que nos encontramos en cada instancia para seguir avanzando. Por lo tanto no hay vidas. Y eso que se puede preveer si tenemos la suficiente paciencia pero lo que si bien es cierto Tarsier ha conseguido que la angustia que sufrimos en determinados escenarios nos obligue a cometer errores forzados.
Su duración es limitada. Corta. Nos quedamos con la curiosidad de saber qué hubiese pasado si hubiesen ahondado un poco más en la historia de Little nightmares y su mundo aciago y desolador y así aumentar la dificultad y complejidad. Claro está que esto ocurre en la versión inicial, puesto que con el Season Pass palia de alguna forma este hecho. Según avanza la historia dado que la fórmula que disfrutamos a riesgo de volverse monótona dada su simplicidad de control la aventura va ganando en espectacularidad y deja que las escenas de scripts. Esta conjunción final ayuda a que el ritmo no decaiga ni nuestro interés dejándonos con una final que como todo el juego cualquier interpretación es válida.
Cuando hablamos del diseño de escenarios de esta pequeña obra, nos vemos obligados a hacer un punto y a parte. Con tres simples acciones como son saltar, correr y agarrar ha creado un entramado de puzzles que bordan el conjunto. Huimos superandolos, ya no por su dificultad justa, a favor del ritmo narrativo de la experiencia. Moriremos la mayor parte de las veces por culpa nuestra debido al estrés que crean estos escenarios. El control que ejercemos en Six no es tan preciso como nos gustaria en algun momento. El sigilo es parte importante del juego, pues nos veremos obligados muy a menudo a pasar cerca de nuestros perseguidores. ya de paso si somos descubiertos siempre estaremos en desventaja donde tendremos que demostrar nuestra pericia utilizando a la vez todos los controles sin que Six se canse o tenga hambre.
El juego no cae en el cliché fácil, ni los recursos baratos. Se muestra tal como es convencidos de lo aterrador de su presentación y el efecto que va a provocar. Nunca sabremos qué va a ocurrir o que nos espera. Podemos asustarnos o estremecernos de muchísimas formas, no solo va a aparecer el monstruo debajo de esa cama. Que aparecerá. En general están a la vista de todo el mundo y forman parte del diseño del escenario de forma activa.
Gráficos.
Visualmente es sórdido e inquietante. Generando como decíamos la sensación narrativa que busca el autor. No es normal donde nos encontramos. Todo está sucio o sus dimensiones exageradas de algunos elementos. Todo esto gracias a la iluminación que se vuelve muchísimo más importante en este juego. Luces y sombras, oscuridad. Enfatizan y guían nuestro miedo.
Un diseño de niveles como mencionamos antes que obliga a parar, para bien y para mal, con tal disfrutar y mayormente para estremecernos de la espectacularidad tenebrosa. Una gran imaginación ha hecho falta a la par que retorcida. Una dirección artística que marca la jugabilidad pues utilizaremos muchísimo mobiliario para avanzar por las habitaciones. Ya sea como rampas como escaleras, obstáculos, etc.
Audio.
El uso que hace la obra del sonido no llega a las cotas de excelencia que su conjunción narrativa onírica pero sí que es notable el uso que hacen de los efectos de sonido, desconcertando nos en muchos momentos, y cobrando protagonismo cuando desaparece. En definitiva haciendo que todo sea más grotesco de lo que ya es por sí misma.
Conclusión.
Little Nightmares es una aventura pesadillesca creada con esmero y cariño. Con hambre de éxito como el que sufre su protagonista Six. Un mundo sórdido que nos rodea e invita a explorar. Artísticamente excelso, creador de sentimientos encontrados y a veces incómodos durante la partida. Conjuntos de elementos que unida a su simpleza mecánica nos hará replantearnos nuestras pesadillas.
Pros.
Dirección artistica envidiable.
Personalidad.
Mecánica simple y directa.
Contras.
Falta de precisíon en algun momento concreto.
Duración
Notas.
@ReyesdelMando Los Reyes del Mando