Crítica: «Liga de la Justicia»

Repliegue defensivo

Como cualquier factor que en algún momento de la historia marca las directrices del multimillonario negocio del cine, las megafranquicias de superhéroes serán sin duda un fenómeno de lo más interesante para analizar en un futuro. Sin visos de que la fórmula se agote (solamente hay que echar un vistazo a las cifras de taquilla de «Thor: Ragnarok» y a las que presumiblemente alcanzará «Liga de la Justicia»), las interioridades, decisiones de despacho y particularidades de este tipo de proyectos destinados a hacer cuadrar los números de las productoras lo tienen todo para ser carne de documental de lo más jugoso a la hora de comprender mejor los mecanismos del Hollywood del siglo XXI.

En su todavía corta andadura, el Universo DC es un caso especialmente destacado por la cantidad y diversidad de obstáculos que ha ido encontrando en su camino. Inevitablemente en desventaja respecto a la pionera Marvel, los primeros pasos de la megafranquicia se han visto convertido en un cúmulo de decisiones creativas contradictorias, reescrituras de guiónes, tijeretazos en la sala de montaje y cambios de rumbo en el último momento. En definitiva el proyecto comenzó su travesía en compañía de uno de los peores pasajeros posibles: la duda.

La falta de un rumbo claramente marcado ha sido un permanente lastre que ha quedado patente de manera inevitable en el resultado final de cada uno de la mayoría de sus productos. La duda y las prisas convirtieron a «Batman v Superman» en un batiburrillo incomprensible que quiso abarcar en una sola película elementos, sensaciones y tramas para los que haría falta al menos un temporada televisiva para ser desarrolladas en unas mínimas condiciones y tambien jugaron en contra de «Escuadrón Suicida» al echar el freno en el último momento y casi rehacer el montaje de la película deprisa y corriendo para atenuar el presunto tono oscuro y enfermizo de la primera versión y darle un aire más ligero y accesible para todo tipo de públicos, lo que acabó convirtiendo al film en «una más de superhéroes» al quedar despojada de todo lo que podría haberla convertido en algo original y diferente.

Después llegaría el primer rayo de esperanza con «Wonder Woman», demostrando que sin dudas y sabiendo a donde se quiere llegar desde el principio todo es más sencillo. Sin aspiraciones de revolucionar el género y tirando de una plantilla clásica, el film de Patty Jenkins consiguió agradar a todo el mundo como un entretenimiento de lo más competente. Con un ojo puesto en el ejemplo de «Wonder Woman» y con el otro en la vecina Marvel, «Liga de la Justicia» intenta rectificar errores pasados y jugar sobre seguro. El problema es que lo hace sin medida, de manera completamente desproporcionada.

Si establecemos un símil futbolístico, «Batman v Superman» sería un equipo alocado y completamente anárquico que sale al campo a ver que pasa. Igual te golea que sale goleado, mientras que «Liga de la Justicia» directamente pone a los once jugadores bajo su larguero. En el término medio, ese equilibrio tan difícil de lograr algunas veces, es donde siempre suele residir la virtud pero en este caso parece que pesa más el miedo que lleva a una actitud ultraconservadora.

Además de los errores propios pasados, la gran reunión de héroes del Universo DC ha tenido que enfrentarse a otros elementos como la tragedia personal que obligó a Zack Snyder a abandonar el proyecto antes de su finalización y la aportación de Josh Whedon para terminar el trabajo. Seguramente hubiésemos visto una película diferente con un único director pero aunque la diferencia de estilos visuales se nota y puede deducirse de quien es cada escena, en general no supone un gran problema y la cinta no lo acusa especialmente a nivel general. «Liga de la Justicia» es tan entretenida, ligera, liviana y de manual que termina resultando sosa y dejando la sensación final de haber visto «una más de superhéroes», algo a priori insuficiente para lo que debería ser la reunión de unos personajes de tanto calibre.

Y eso que el casting es irreprochable y la dinámica de grupo funciona bastante bien. Jason Momoa está estupendo y lo poquito que vemos de Atlantis y su diseño de producción hacen que apetezca ver su «Aquaman», Ezra Miller cumple también como alivio cómico en su versión de un Flash joven e inexperto y tanto Gal Gadot como Henry Cavill sobresalen reafirmándose en unos personajes de los que se han apoderado por completo a base de presencia y puro carisma. Cyborg es quizá el eslabón más débil de la cadena y aunque resulta un poco tostón y no posee tanto peso en el imaginario popular como sus compañeros, su rol está bien integrado en la trama y acaba rascando algún buen momento. El Batman de Ben Affleck volverá a generar todo tipo de debates, pero el hecho de que no encaje demasiado bien dentro del nuevo esquema atiende más a asuntos relacionados con la esencia del propio personaje que al trabajo del actor. Para muchos no será sencillo pasar del Caballero Oscuro, vigilante solitario y héroe torturado que combate el crimen, representado en la trilogía de Christopher Nolan, a un Batman que pelea contra seres extraterrestres mientras intercambia puyas y chistes con sus compañeros con superpoderes. Es un Batman completamente nuevo y diferente y habrá que acostumbrarse.

Hay chistes pero ninguno especialmente memorable, lógicamente hay acción pero, excepto en la escena de las amazonas (Snyder en estado puro), el resto es bastante rutinaria en escenarios similares y poco llamativos. El villano es completamente plano y la sensación de amenaza contra la tierra es casi inexistente, ya que da la sensación de que ni un solo ciudadano de Gotham, Metrópolis o Central City (salvo un ladrón y unos campesinos rusos) se haya enterado de toda la movida. El regreso de quien todos sabemos es de lo más soso y anticlimático, cuando es uno de los momentos que pide épica y emoción a gritos. Incluso ahí continúa queriendo ser tan ligera y académica y tiene tanto miedo a caer en excesos pasados que todo acaba siendo extremadamente previsible y carente de emoción.

Con paciencia (y mientras la taquilla responda), el Universo DC seguirá ajustándose, midiendo distancias y seguramente terminará por encontrar su identidad propia y emprenderá definitivamente el vuelo. Por el momento le falta ese punto de equilibrio y esa «magia» que marca la diferencia entre la sensación de un buen rato de entretenimiento y la euforia de haber disfrutado como un niño.

«Liga de la Justicia» se estrena en España el 17 de Noviembre.

@reyesdelmando Los Reyes del Mando
@Oscar_DLC Oscar De La Cruz

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