“Nada como la comodidad del hogar” por Oscar De La Cruz
De la misma manera en la que los niños protagonistas del film viven bajo un manto de protección, a Tim Burton parece costarle cada vez más abandonar los márgenes de seguridad de su particular universo desde comienzos de este nuevo siglo. Ese acomodamiento y reiteración en el mensaje durante la última década, salpicada por algún arrebato de riesgo esporádico (“Big Eyes”), han hecho que el impacto de cada nueva obra del director dependa por completo del material que caiga en sus manos.
Ransom Riggs es un cineasta con cuatro cortometrajes a sus espaldas aficionado a coleccionar viejas fotografías vintage. Gracias a varias de sus adquisiciones en mercadillos, desechó su primera intención de recopilarlas y publicarlas en un libro de ilustraciones para desarrollar a partir de ellas la novela en la que se basa la película. Las inquietantes y poderosamente evocadoras imágenes que ilustran la novela y aparecen en los títulos de crédito que abren la película, permitieron a Riggs desarrollar toda una mitología convertida en vehículo ideal, tanto en fondo como en forma, para que Burton de rienda sueltas a sus recurrentes obsesiones.
Dicha mitología multirrefencial, que abarca desde los viajes temporales a “X-Men” y “Mary Poppins” pasando por “Harry Potter” o “La Parada de los Monstruos”, utilizada para poner la mirada en las dificultades de sentirse diferente y no encontrar un lugar en el mundo propias de la entrada en la adolescencia, no solo es imposible de imaginar en manos de otro cineasta, sino que nos deja los mejores minutos de Burton en años.
Desde que el protagonista encarnado por Asa Butterfield atraviesa la puerta de principal del orfanato, se abre ante nuestros ojos un absorvente universo de fantasía del que poco a poco vamos descubriendo sus normas y particularidades de la mano de la maravillosa presencia de una soberbia Eva Green. Dicho tramo central de la película es Tim Burton en estado puro y en muy buena forma, virando hacia la fantasía pura y la celebración de lo diferente trás un inicio que coquetea ligeramente con ser un relato sobre el poder de la imaginación como vía de escape en tiempos de oscuridad, otra de las temáticas recurrentes de la obra del director norteamericano. Burton vuelca toda su habilidad narrativa y su arsenal de autorreferencias estéticas (los arbustos con formas animales, el diseño de los terroríficos Hollows, la estética capilar de Ella Purnell y Samuel L. Jackson) y disfruta presentando a su galería de entrañables monstruos y el funcionamiento de su día a día mientras desarrolla la historia de amor de la pareja protagonista, con la maravillosa escena submarina como brillante cumbre.
Desgraciadamente a partir de ese punto el tiempo apremia y la película cae varios enteros cuando se ve obligada a entrar en el terreno de la acción y la aventura. Da la sensación de que el film hubiese funcionado mucho mejor como inicio de una saga o episodio piloto de una serie televisiva, porque la necesidad de dar una conclusión a la historia lo envía hacia un clímax efectivo pero rutinario y a un atropellado epílogo que incluso se olvida por completo de de algún personaje como el padre del protagonista. Otro problema de este último acto es la ausencia por motivos argumentales del magnífico personaje de Eva Green, aunque por suerte está Samuel L. Jackson recogiendo su testigo y apoderándose de la película con su estupendo villano.
La única nota novedosa en con respecto a otros films de Burton en el apartado estético es la decisión de desarrollar su historia mayoritariamente en escenarios naturales, anteponiendo localizaciones reales en California, Bélgica y la localidad británica de Blackpool a su predilección por los decorados. El resto de su marca de fábrica continúa intacto, representado por un casting brillantemente elegido, el maravilloso vestuario de Collen Atwood y la fotografía de Bruno Delbonnel, aunque sigue echándose en falta la música de Danny Elfman.
“El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares” es un efectivo cuento de hadas macabro que no aporta nada nuevo a grandes rasgos pero consigue recuperar por momentos la genialidad de un artista orgulloso de sus peculiaridades.
“El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares” se estrena en España el 30 de Septiembre.
2 comentarios en “Crítica: “El Hogar de Miss Peregrine para Niños Peculiares””