“Lost in celebration” por Oscar De La Cruz
En lugar de enviar por correo el típico christma, Netflix ha tenido el detalle de felicitarnos las navidades a lo grande, con una producción de lujoso envoltorio y con un anfitrión de excepción. Bill Murray se interpreta a sí mismo en su faceta de showman para impregnar de música, humor cínico y buenas dosis de melancolía este programa de variedades típicamente norteamericano.
Ese aura de payaso triste que el actor ha ido desarrollando, sobre todo en los últimos años de su carrera, encaja como un guante con ese espíritu agridulce y solitario de las festividades navideñas en una ciudad como Nueva York retratado anteriormente en el cine en numerosas ocasiones y es el punto de partida para este especial televisivo.
“A Very Murray Christmas” se hace difícil de catalogar ya que comienza con una trama que sirve como hilo conductor entre los números músicales que acaba siendo fagocitada por completo por la propia música. Una fuerte ventisca deja a Murray y a sus ayudantes y productores completamente aislados en el mítico hotel Carlyle de Nueva York donde pretenden grabar un especial navideño. Ante la imposibilidad de que lleguen al hotel los colaboradores para el programa, el actor se ve condenado a pasar la nochebuena con el personal y los inquilinos del hotel.
Mientras la trama conecta con los números musicales el experimento funciona bien. Durante su primera mitad Murray interpreta junto a Chris Rock una humorística versión de “Do You Hear What I Hear?”, descubrimos la dulzura en la voz de Jenny Lewis, que interpreta a la camarera del hotel y la pequeña subtrama de la pareja de novios enlaza su número musical con otro interpretado en grupo en el que participa Maya Rudolph, otro ejemplo de actriz cómica todoterreno procedente de “Saturday Night Live”. A partir de este número y hasta completar sus cincuenta minutos de duración el show toma el camino rápido con Murray en modo crooner uniendo un villancico clásico trás otro, salpicados por la testimonial aparición de George Clooney y Miley Cyrus aportando una de las mejores interpretaciones con su bella y minimalista versión de “Silent Night”.
Al final uno siente que esa media hora que le falta para alcanzar la duración de un largometraje estandar, utilizada para añadir más guión y comedia y aprovechando mejor a colaboradores de la talla de Amy Poehler, Michael Cera y el propio Clooney, hubiese logrado un acabado más redondo. Puede que para el público español deje la impresión de ser el equivalente norteamericano de un anuncio de Freixenet algo alargado y no disfrute en su medida clásicos tan marcadamente americanos como “Let it Snow” o “·Baby it’s Cold Outside”. Sin duda lo mejor es el grato recuerdo que produce la combinación Bill Murray + Sofia Coppola + Habitación de hotel. Un dueto final entre Murray y Scarlett Johansson, cuya sensual voz ha hecho sus pinitos en la música, hubiese cerrado el círculo y el autohomenaje hubiese sido sencillamente glorioso.
“A Very Murray Christmas” está disponible desde el 4 de Diciembre en Netflix.