Neoclásico brillante. Por Jose Luis Mediavilla
Los indies deben de aportar motivos para destacar entre tanta superproducción, y triple A. Ya desde su anuncio Cuphead y los creadores Studio MDHR captaron toda la atención del mundillo con su propuesta clásica y jugable, disponible para Xbox One y PC.
Su trama es bien simple y sencilla. Un homenaje a la animación más clásica venida de EEUU, con todo el espíritu de los personajes de aquella época. Inocentes Cuphead y Mudman se adentran en el casino de su particular mundo para aprender una valiosa lección. Llevados por la avaricia en el juego, pierden a los dados sus almas con el DIablo. Pero llegan a un acuerdo por el cual deberán recoger las almas de todos aquellos seres de su mundo que están en deuda con el Diablo. Desde este momento se inicia nuestros camino de colecta.
Jugabilidad.
Es preocupante la creciente tendencia en los videojuegos a simplificar sus mecánicas de juego con tal de facilitar las jugadas con tal de llegar a todo tipo de jugadores. Cuphead huye de esa corriente estilística para exigirnos toda nuestra atención y habilidad. Cada partida se convierte en un reto. Nos engancha y divierte en cada fotograma sin parar. No solo es estetica este producto por más que sea lo que ha llamado a todo el mundo la atención. Una pequeña joya jugable capaz de utilizar todas las evoluciones de su género y darles una entidad propia brillante.
El mapa que nos propone el juego visto desde una perspectiva cenital nos permitirá andar por él para así elegir los niveles. Nos encontraremos con una amalgama de enemigos muy original y diversa. Nos pondrán a prueba de tal manera que habrá momentos en los que no podremos fallar la pulsación durante la duración de un nivel. Contamos con unas míseras 3 vidas para lograr finalizar el nivel y el mínimo roce hará que perdamos una de ellas. Si pueden con nosotros habrá que empezar de nuevo. Esos niveles no deberían durar más de 3 minutos si hacemos las cosas bien claro está. Y eso es el reto.
El éxito en nuestros enfrentamientos la mayoría de las veces lo dará nuestra capacidad de observación. Fijarnos en los patrones de nuestros enemigos y ejecutar nuestros movimientos en consonancia marcará el éxito. La variedad de enemigos es enorme como decíamos y todos y cada uno serán extremadamente beligerantes hacia nosotros, ya sea una florecilla o cualquier otra invención del equipo con un aspecto adorable.
El sistema de progresión de nuestro personaje será a través de la tienda que está disponible en el mapa. Armas y potenciadores de salud serán la principal ayuda con la que contaremos. En el mapa habrá personajes que no nos perjudicarán ni agredieron, de hecho aveces nos daran alguna moneda, pero poco más aportan al juego, son meramente testimoniales. Esta será la que utilicemos para comprar los potenciadores de los que hablo. Por poneros en contexto los items que podemos adquirir modifican totalmente la experiencia de juego, tal que si compramos un arma con autoapuntado realizamos menos daño, o si vivimos más porque tenemos una vida extra también ocurre algo parecido. Esto demuestra la gran adaptabilidad de la que hace gala el juego.
Cuphead como decía nos premia, y nos castiga el más mínimo error. Pero pretende que logremos nuestro objetivo. Ya no solo en los combates contra los jefes de nivel, que son gloriosamente complicados, cuando recorremos los niveles previos cuál plataforma 2d matando todo lo que se pone en nuestro camino, observamos como partida tras partida el juego quiere que sigamos intentándolo, y nos lo muestra gracias a su mecánica.
Con dos niveles de dificultad la propuesta es clara y concisa. Podemos jugarlo en fácil pero no acabaremos la campaña, por lo que no nos quedará más remedio que hacerlo alguna vez al menos en dificultad normal para recuperar las almas de nuestros enemigos. Crea una necesidad y curiosidad en el jugador por avanzar nuestro personaje y mejorarlo y para ello hay que buscar monedas lo que invita a revisitar y rejugar muchos escenarios.
Gráficos.
Visualmente es una delicia. Es tan condenadamente bonito el diseño artístico, que ya no solo por la jugabilidad sino por su apartado tecnico hará que echemos más horas de las que teníamos pensado en un principio. Esta pelicula de animacion hecha videojuego logra su objetivo utilizando filtros que renderizan el movimiento y consiguen ese efecto como si fuese a mano dibujado. Multitud de detalles y variantes, un diseño de enemigos y mecánicas a cada cual más vistosa.
Audio.
Y como no el sonido no podía quedar desapercibido con lo característico que era en aquellos años. Un viaje técnico que nos hace recorrer casi un siglo hacia atrás y que con su banda sonora nada cansina y repetitiva obtiene todo ese desparpajo y socarronería. Donde los efectos de sonido de los enemigos y nuestros ataques hacen que cada partida sea para nosotros más breve y gozosa. Perdonaremos la nula traduccion visto que los estudios indies apenas tienen soporte.
Conclusión.
Como fin de esta crítica poco más que añadir que no haya sido ratificado tras el hype que produjo este juego. Ya desde principios nos fascinaba la propuesta, y una vez que está en nuestras manos, nos vemos obligados a confirmaros que debéis jugarlo y engancharlos. Un juego con espíritu clásico que ha redefinido la acción lateral , a la altura de los más grandes del género, y seguramente mucho más bonito.
Pros.
Jugabilidad rápida y directa.
Increíble diseño artístico.
Dificultad dificultad no desanima. Es desafiante y adictivo..
Contras.
Muy complicado volver a niveles pasados con tal de re jugarlo.
Nula traducción.
Nota.
@ReyesdelMando Los Reyes del Mando