«Blood of my blood»
El experimentadísimo Jack Bender (uno de los realizadores habituales de la mítica «Lost») se encarga de dirigir el episodio de esta semana, cuyo título no ilustra un punto específico del mismo como suele ser habitual, sino que marca una linea temática común para cada una de las tramas que engloba.
«Sangre de mi sangre» es una expresión recurrente en la cultura Dothraki y también sirve para remarcar un factor fundamental a lo largo de toda la serie y muy especifícamente en este episodio: los lazos familiares. Sin duda no será uno de los episodios más recordados e incluso muchos lo considerarán de transición por dedicar bastantes minutos a alguna de las tramas más secundarias pero, además de continuar con el tono de la temporada y contener muchísima información desplegada a un ritmo muy agil, «Blood of my blood» encierra una considerable cantidad de pequeños de detalles que lo enriquecen bastante. No apela a la revelación impactante (los hechos narrados entran en su mayoría dentro de lo lógico y previsible), ni a la fuerte intensidad emocional pero pasan muchas cosas y bastante interesantes.
Continuando justo después de los acontecimientos al otro lado del Muro en «The Door», Meera huye arrastrando el cuerpo aún en trance de Bran hasta ser alcanzados por una avanzadilla de Caminantes Blancos que sucumben ante la intervención de un misterioso personaje. No tan misterioso para los lectores de las novelas ya que, aunque en ellas se le conoce como «Manos Frías» y nunca se llega a revelar su identidad, la mayoría de lectores teníamos claro que no podría ser otro que Benjen Stark, uno de los personajes más recordados a pesar de no saber nada de él desde el ya lejano primer episodio de la serie y que aquí es presentado sin ningún tipo de rodeo. No solo su presentación es rápida, sino que en la misma escena despacha de un plumazo la explicación de su estado híbrido entre caminante y humano gracias a la oportuna intervención de los Niños del Bosque y la revelación del nuevo status de Bran como Cuervo de Tres Ojos trás la muerte de su mentor. Esta temporada parece haberse propuesto darle tregua a la machacadísima familia Stark y ya llevamos dos sonados y felices reencuentros dentro del seno del clan norteño.
Otro de los nucleos familiares en los que el episodio posa su mirada es en los Tarly. Samwell regresa a su hogar en Colina Cuerno para que su familia acoja y proteja a Gilly y el pequeño Sam antes de retomar su viaje a la Ciudadela de Antigua y esto nos sirve para conocer a Lady Melessa y Talla, sus encantadoras madre y hermana, y para comprobar la exactitud del perfil relatado por el propio Sam de su despótico padre, Lord Randyll Tarly.El tiempo que llevan sin verse no ha ablandado en absoluto el caracter de Lord Tarly, lo que supone que Sam tome la decisión de proseguir su viaje junto a Gilly y el bebé, no sin antes apropiarse de «Veneno de Corazón», la ancestral espada de acero valyrio de la familia.
El conflicto familiar más importante del episodio se lleva gestando desde el comienzo de temporada y estalla en Desembarco del Rey. Justo cuando la recientemente formada alianza entre Lannister y Tyrell se dispone a terminar por la fuerza con la «dictadora» de la Fé Militante en la capital rescatando a la Reina Margaery justo antes de su paseo de la vergúenza, el Gorrión Supremo consuma su jugada maestra captando como adepto a su doctrina al rey Tommen. Esta trama en particular es quizá una de las más fascinantes e interesantes de la temporada, además de una intensa generadora de debates. Charlando sobre la serie, la mayoría de las veces me quedo sólo, siendo de los pocos que defienden al odiadísimo Gorrión Supremo. Quizá más adelante se demuestre mi equivocación pero sigo pensando que el Septón Supremo, a pesar de ser extremadamente inteligente y retorcido en sus métodos, únicamente intenta realizar el trabajo para el que ha sido elegido con una coherencia arrolladora. No encuentro motivos para pensar que oculte dobles intenciones, ya que es un hombre que no ansía ningún tipo de riqueza o poder, y más que intentar aprovecharse de la inocencia de Tommen, realmente ha encontrado en el joven monarca un fondo de pura bondad suficiente como para considerarle un gobernante ideal al que sostener.
Las consecuencias de la decisión de Tommen tienen como primera víctima a Jaime, destituido como Lord Comandante de la Guardia Real y encomendado a la misión de unirse al repulsivo Walder Frey (al que volvemos a ver después de la Boda Roja) para intentar recuperar Aguasdulces trás la reconquista de la fortaleza por parte de Brynden Tully, más conocido como el Pez Negro. Para ello jugarán la carta de Edmure Tully, capturado por los Frey y de esta manera tendremos a Jaime camino de Aguasdulces, aunque de manera distinta a las novelas, donde parte por voluntad propia huyendo de una ciudad que ya no tiene nada para él y de una Cersei que lo repudia, todo lo contrario de lo visto en el episodio de hoy.
En Braavos se nos da la oportunidad de ver un nuevo acto de la obra de teatro que relata la historia de Poniente llevada a cabo por el grupo de actores callejeros. En esta ocasión es el envenenamiento del Joffrey el que provoca una triunfal sonrisa en el rostro de Arya y permite un momento de lucimiento para la magnífica Essie Davis en su papel de Lady Crane, interpretando a su vez a la Reina Cersei. El contacto entre Arya y su objetivo a asesinar saca a la superficie la humanidad y el verdadero yo de la pequeña Stark, que asume de una vez que nunca podrá convertirse en una asesina sin rostro. Arya ha conseguido incluso despertar algo de aprecio por parte del implacable Jaqen H’ghar, que casi lamenta ordenar su ejecución y sugiere que este se produzca sin sufrimiento, aunque la pequeña loba es muy consciente de lo que la espera y parece que tiene pensado un plan.
El final del episodio nos lleva a territorio Dothraki, donde después de una breve conversación sobre la necesidad de una flota naval que previsiblemente hará cobrar sentido a la trama de las Islas del Hierro, Daenerys acude al encuentro del imponente Drogon. La arenga de la khaleesi a lomos del enorme dragón y su determinación e impaciencia por cruzar el Mar Angosto y reclamar los Siete Reinos compone una escena algo previsible pero con la suficiente espectacularidad y épica para que tengamos ganas de que llegue el próximo lunes.
Detalles del episodio:
- La visión de Bran contiene flashes de la historia de Poniente ya vistos como la Boda Roja o la decapitación de Ned Stark, además del Rey Loco pronunciando su ya mítico «Quemadlos a todos» mientras se producen grandes explosiones de fuego valyrio.
- Además del reencuentro Sansa/Jon y el de Benjen/Bran, Arya se reencuentra con parte de su legado Stark al recuperar a Aguja.
- La representación de teatro confirma que la creencia popular da por hecho que Joffrey murió envenenado por Tyrion.
- Por todo Poniente, la frase «Tywin Lannister caga oro» circulaba como broma habitual sobre la riqueza y la facilidad de los Lannister para conseguir dinero. En la misma representación teatral, el actor que interpreta a Tyrion exclama en tono de chiste «Vaya, parece que no es cierto eso de que Tywin Lannister cagaba oro». En realidad es el propio Tyrion el que dice la frase en la novela trás ensartar a su padre con una flecha y sentir el hedor de sus excrementos.
- Si la pasada semana parecía que tocaba introducir desnudos aunque fuese con calzador, un episodio tranquilo en el plano de la violencia como este introduce la cuota obligatoria de sangre mostrando de manera explícita el método de Jaqen H’ghar para obtener nuevos rostros para su galería.
Puedes seguir «Juego de Tronos» Temporada 6 en Canal + Seriesy Yomvi.